
Las playas de San Antonio Oeste constituyen otro de los grandes
atractivos para aquellos que, habituados a vacacionar en Las Grutas,
buscan capturar las múltiples postales de un paisaje que se muestra
diferente con sólo recorrer los escasos kilómetros que separan la villa
de esta ciudad.
Es que en ellas la magnificencia de la naturaleza
que se muestra en su plenitud en los balnearios grutenses o en el Puerto
SAE deja lugar a un entorno más agreste, donde la ría sanantoniense
muestra también su costado utilitario, y no sólo es motivo de
esparcimiento sino punto de reunión y desembarque de las lanchas de los
pescadores artesanales que diariamente zarpan y arriban en sus costas.
Uno
de los mejores ejemplos es el balneario Punta Verde, que por años fue
el lugar elegido por los vecinos para buscar frescura en las agobiantes
tardes de verano, y cada vez más constituye uno de los rincones buscados
por los turistas que aman tomar contacto con la mística del quehacer
pesquero y encuentran en este espacio una belleza natural que como valor
agregado incorpora el pintoresquismo de los rudimentos de un pasado y
presente dedicado a la pesca que se perciben a cada paso.
"La marea"
Entonces,
los que optaron por dejar pasar el tiempo en esta playa, comprenden que
la misma tabla de mareas que consultaron para saber si el agua estará
esperándolos en su plenitud o irá ganado espacio paulatinamente, es la
que rige la vida de los que trabajan en las amarillas embarcaciones, que
calculan el momento propicio para adentrarse en busca de su fresca
mercancía.
"Tal vez los que vivan aquí no lo perciban, o ya les
parezca rutinario, pero balnearios como éste son los que más me gustan
porque muestran la esencia del lugar, y se distinguen del resto porque
uno toma contacto directo con la gente y su manera particular de vida"
relató Clara, una turista mendocina que junto a su familia visita
asiduamente Las Grutas pero reserva un par de tardes para disfrutar a
pleno de esta playa de SAO.
La reciente puesta en valor del lugar
hace más confortable la estadía, con un mantenimiento más cuidado de los
accesos. Al ingresar, las típicas sombrillitas de paja que custodian la
costa parecen esparcir su invitación al relax aportando su cuota de
sombra en un paisaje donde el sol, la arena, el azul del agua y el verde
de la vegetación aportan su encanto.
Tiempo atrás, también se
recuperó un antiguo tanque elevado que servía como reservorio de agua
durante los años en los que en el pueblo reinaba la escasez, y el
líquido se traía en trenes aguateros desde la localidad de Valcheta.
Hoy, ese tanque aporta su mudo testimonio ante los inquietos visitantes.
Por
otra parte, debido a la importancia que "la marea" (el nombre con el
que popularmente se conoce a la ría que da vida a SAO) posee para la
ciudad, el próximo viernes, sábado y domingo (11, 12 y 13) se realizará
la "Fiesta Provincial de la Marea", que contará con la presentación de
artistas locales, la posibilidad de disfrutar de la degustación de
platos típicos de la zona y la elección de la reina.
Rio Negro