
Conocer Las Grutas 'desde adentro', realizando una recorrida por mar
que permita capturar imágenes diferentes de la playa y sus atractivos es
una de las opciones para tener en cuenta durante esta temporada. Es que
a diferencia de otras actividades embarcadas estos paseos náuticos
poseen sólo una de una hora de duración. Esto permite que sin necesidad
de planificar demasiado los que quieran vivir una tarde diferente puedan
contar rápidamente con la posibilidad de partir con rumbo a una
aventura que se iniciará a una escasa distancia de cualquier bajada
céntrica en la que el grupo familiar esté disfrutando del sol.
"Los
paseos parten de la tercera bajada, generalmente a partir de las 17, y
avisando sólo con un tiempito de antelación los que quieran podrán
sumarse a los grupos que se van armando, que generalmente se conforman
de entre 6 y 8 personas, por eso la mayoría de las veces ese número es
cubierto por los miembros de un grupo familiar" manifestó Claudio
Barbieri, el titular de la firma de buceo y actividades náuticas que
ofrece el recorrido.
La aventura se inicia desde la tercera bajada
a bordo de un semirrígido de seis metros de largo, que durante la
travesía se convertirá en un observatorio de lujo, desde el cual
apreciar los escenarios de siempre convertidos como por arte de magia en
postales de ensueño.
Ocurre que desde el mar la visión del sol
bañando los acantilados que se recortan caprichosamente –como tratando
de dejar atrás la ciudad para fundirse con el cielo– es tan cautivante
como la imagen del agua estallando en columnas de espuma que, aguzando
la vista, encubren la silueta de una tonina que parece rezagarse, como
si disfrutara al igual que los excursionistas de la postal que depara el
atardecer.
La embarcación, que va bordeando la costa con rumbo a
Piedras Coloradas parece destinada a hallar escenarios cada vez más
atractivos mientras atraviesa cada uno de los tramos que unen las playas
céntricas con ese balneario, ubicado al sur de la villa.
Al
llegar allí, el paisaje cambia por completo, y las imponentes rocas
rojizas que parecen emerger de la arena se adueñan del espacio.
En
este punto, los integrantes del grupo podrán descender de la
embarcación, ya que otra aventura se abrirá para ellos. Es que el mar
por el que hasta ahora navegaron para capturar imágenes diferentes de la
playa se abrirá ante sus ojos, ávidos de descubrir los secretos que se
esconden bajo el agua.
El sector elegido para esto es la gran
escollera conformada por uno de los tramos rocosos que posee este
singular balneario, que es un sitio ideal para realizar snorkeling,
porque allí el fondo del mar parece concentrar una muestra de toda su
riqueza.
Ante la vista de los curiosos aparecen peces como meros y
sargos, a los que se suman cangrejos, estrellas de mar y una gran
variedad de moluscos bivalvos. Luego de disfrutar de esa intromisión
submarina, habrá que retomar el viaje hacia la tercera bajada,
desandando el rumbo que deparó el divertido paseo.
Rio Negro